domingo, 26 de mayo de 2013

Antibioterapia en el Dentista . El bálsamo de Fierabrás

Se ha publicado en A. Primaria un artículo sobre el uso de Antibioterapia en problemas odontológicos que es interesante resaltar:

 El enlace al artículo es aquí y como resumen podríamos decir:

1. - Las infecciones odontogénicas representan el 10% de las prescripciones antibióticas.

2. - A pesar de la reconocida frecuencia e importancia de estas llama la atención la frecuente confusión entre profilaxis y tratamiento.
3. - La cavidad bucal forma un complejo ecosistema compuesto por más de 500 especies bacterianas. Es indispensable la anamnesis y exploración de cada infección y conocer los antecedentes que modifiquen nuestra conducta terapéutica y / o profiláctica.
4. - Durante muchos antes ha sido aceptado el uso de la profilaxis con antibióticos en pacientes con riesgo de endocarditis infecciosa. Actualmente sus indicaciones se están restringiendo y en muchas ocasiones los riesgos de tomar antibiótico preventivo son superiores a los beneficios.
5. - Carecen de estudios para conocer el antibiótico y la pauta mejor indicada. Tenemos que basarnos en el documento de consenso español. Tampoco sabemos cómo influye el uso de antibióticos en las resistencias, no sólo del germen patógeno sino también en la flora habitual del paciente.
6. - Dado el gran consumo de antibióticos que conllevan los procesos odontológicos y la modificación en la resistencia de la flora bacteriana bucal que producen, sería necesario realizar estudios con la calidad científica suficiente, y no solo consensos entre expertos, por protocolizar qué antibióticos , qué dosificación y posología y en qué procesos deberían estar indicados.
7. - Por otra parte, y puesto que es relativamente frecuente acudir a la consulta del médico de familia para procesos odontológicos, así como para la tramitación de la receta del antibiótico prescrito por el odontólogo, es necesario un mayor conocimiento de las diferentes enfermedades odontológicas por el médico de familia, así como una mayor comunicación entre médico de familia, infectólogos y odontólogos
1. - Las infecciones odontogénicas representan el 10% de las prescripciones antibióticas.
2. - A pesar de la reconocida frecuencia e importancia de estas llama la atención la frecuente confusión entre profilaxis y tratamiento.
3. - La cavidad bucal forma un complejo ecosistema compuesto por más de 500 especies bacterianas. Es indispensable la anamnesis y exploración de cada infección y conocer los antecedentes que modifiquen nuestra conducta terapéutica y / o profiláctica.
4. - Durante muchos antes ha sido aceptado el uso de la profilaxis con antibióticos en pacientes con riesgo de endocarditis infecciosa. Actualmente sus indicaciones se están restringiendo y en muchas ocasiones los riesgos de tomar antibiótico preventivo son superiores a los beneficios.
5. - Carecen de estudios para conocer el antibiótico y la pauta mejor indicada. Tenemos que basarnos en el documento de consenso español. Tampoco sabemos cómo influye el uso de antibióticos en las resistencias, no sólo del germen patógeno sino también en la flora habitual del paciente.
6. - Dado el gran consumo de antibióticos que conllevan los procesos odontológicos y la modificación en la resistencia de la flora bacteriana bucal que producen, sería necesario realizar estudios con la calidad científica suficiente, y no solo consensos entre expertos, por protocolizar qué antibióticos , qué dosificación y posología y en qué procesos deberían estar indicados.
7. - Por otra parte, y puesto que es relativamente frecuente acudir a la consulta del médico de familia para procesos odontológicos, así como para la tramitación de la receta del antibiótico prescrito por el odontólogo, es necesario un mayor conocimiento de las diferentes enfermedades odontológicas por el médico de familia, así como una mayor comunicación entre médico de familia, infectólogos y odontólogos
1. - Las infecciones odontogénicas representan el 10% de las prescripciones antibióticas.
2. - A pesar de la reconocida frecuencia e importancia de estas llama la atención la frecuente confusión entre profilaxis y tratamiento.
3. - La cavidad bucal forma un complejo ecosistema compuesto por más de 500 especies bacterianas. Es indispensable la anamnesis y exploración de cada infección y conocer los antecedentes que modifiquen nuestra conducta terapéutica y / o profiláctica.
4. - Durante muchos antes ha sido aceptado el uso de la profilaxis con antibióticos en pacientes con riesgo de endocarditis infecciosa. Actualmente sus indicaciones se están restringiendo y en muchas ocasiones los riesgos de tomar antibiótico preventivo son superiores a los beneficios.
5. - Carecen de estudios para conocer el antibiótico y la pauta mejor indicada. Tenemos que basarnos en el documento de consenso español. Tampoco sabemos cómo influye el uso de antibióticos en las resistencias, no sólo del germen patógeno sino también en la flora habitual del paciente.
6. - Dado el gran consumo de antibióticos que conllevan los procesos odontológicos y la modificación en la resistencia de la flora bacteriana bucal que producen, sería necesario realizar estudios con la calidad científica suficiente, y no solo consensos entre expertos, por protocolizar qué antibióticos , qué dosificación y posología y en qué procesos deberían estar indicados.
7. - Por otra parte, y puesto que es relativamente frecuente acudir a la consulta del médico de familia para procesos odontológicos, así como para la tramitación de la receta del antibiótico prescrito por el odontólogo, es necesario un mayor conocimiento de las diferentes enfermedades odontológicas por el médico de familia, así como una mayor comunicación entre médico de familia, infectólogos y odontólogos.
 

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