martes, 8 de julio de 2014

Cosas del PAC. Fractura proximal del húmero

En una de mis últimas guardias, concretamente un sábado y a las 22:30h de la noche atendí a un paciente joven, un varón de 31 años que acudía al PAC porque hacía cuatro días se había caído de forma totalmente fortuita, se había golpeado en el codo  derecho y acudía por dolor a nivel del hombro homolateral.
Mientras escuchaba el relato de la historia pensaba en que no era lógico que acudiera a un servicio de urgencias cuatro días después de la caída, sin haber sido valorado antes por ningún médico…Esto me provocaba enfado y así se lo hice saber, él me contestó que había estado fuera por temas de trabajo.
Además pensé: si ha estado cuatro días con dolor “poca patología tendrá”…. ¡¡¡pues craso error compañeros!!!
Tras apuntar en la historia los datos sobre lo que le sucedía le indiqué que se quitara la ropa y al hacerlo observé en su cara gestos de dolor e importante limitación en los movimientos  al intentar levantar el brazo derecho y quitarse el jersey.
La inspección no revelaba datos, no había asimetría ni hematoma, la palpación de clavícula era anodina  y el hombro le molestaba discretamente en la región anterosuperior. Respecto a la movilidad llamaba la atención la limitación del arco de movimiento tanto pasivo como activo  del hombro, y entonces recordé que en un curso de traumatología (muy interesante y práctico)  al que acudí hace unos meses en mi hospital de referencia, el ponente explicaba que a la hora de valorar un hombro y tras la inspección  visual del mismo había que indicar al paciente que hiciera el arco  de movimiento, y si éste era completo o casi completo la patología casi seguro que  no sería muy importante; pero si por el contrario estaba afectada y además había un antecedente traumático ¡OJO! sería la pista de una posible fractura.

Y ante esta reflexión, y los datos de la exploración derivé al paciente al hospital para que le realizaran una radiografía…..y he aquí el resultado: FRACTURA AVULSIÓN PARCIAL DE CABEZA HUMERAL


FRACTURAS DE LA EXTREMIDAD SUPERIOR DEL HÚMERO
 Representan el 5% de las fracturas en el adulto, afectan sobre todo a personas > 60 años y se considera una fractura osteoporótica mayor. En los ancianos ocupa el 3º lugar tras las de cadera y las de radio distal y generalmente son consecuencia de un traumatismo directo sobre el brazo. En los jóvenes la causa suelen ser traumatismos de alta energía ( accidentes de tráfico).
En el diagnóstico el dato más relevante suele ser el dolor a la palpación de la zona y la limitación de la movilidad, puede aparecer un hematoma en el brazo. No debemos olvidar la exploración neurovascular de toda la  extremidad. Con la sospecha de fractura solicitaremos una radiografía de hombro AP, lateral y una transtorácica, y si la fractura tiene más de dos fragmentos está indicado solicitar  un TAC.
El tratamiento en aquellas fracturas no desplazadas consiste en inmovilización del hombro-brazo con un cabestrillo/3 semanas más analgesia convencional  y control por traumatología. La rehabilitación debe ser precoz para evitar problemas posteriores y la cirugía queda reservada a los casos de fracturas complicadas, desplazadas.
Las complicaciones van a derivar de lesiones vasculares o neurológicas, así como rigidez del hombro en casos de inmovilización prolongada, pseudoartrosis sobre todo en ancianos con osteoporosis y necrosis vascular de la cabeza humeral por afectación de la arteria circunfleja anterior (rama de la arteria axilar).
  
Bibliografía: Guía clínica de fracturas de húmero. Fisterra. Última revisión 26/06/2013

Autora: Cristina Ibeas, médica PAC OSI Bidasoa

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