lunes, 9 de mayo de 2016

El blog de Ricardo Ruiz de Adana Pérez. Síndrome antifosfolípido: Aspectos prácticos para el médico de familia

El síndrome antifosfolípido (SAF) es un trastorno de naturaleza autoinmune, con manifestaciones multisistémicas crónicas, que se caracteriza fundamentalmente por un estado de hipercoagulabilidad con episodios de trombosis arteriales o venosas y pérdidas fetales recurrentes en presencia de anticuerpos antifosfolípidos (AAF).

EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOPATOGENIA
Se estima que la prevalencia del síndrome antifosfolípido es de 40 casos por 100.000 habitantes, con una incidencia de 5 casos nuevos por 100.000 habitantes y año, si bien muchos casos permanecen sin diagnosticar, estimándose que su prevalencia es mucho mayor. Puede aparecer en cualquier edad, pero es más habitual entre los 20 y los 40 años, siendo más frecuente en mujeres (80%), con una relación 5:1. 
La etiopatogenia de la enfermedad se desconoce. La explicación mas plausible es que, los AAF son los responsables de los fenómenos trombóticos al interaccionar con los fosfolípidos existentes en las membranas de las plaquetas y de las células endoteliales en presencia de cofactores proteicos necesarios para desarrollar su acción (complejos de fosfolípido-proteína); entre estos se encuentra la beta-2-glucoproteína, proteína que contiene fosfolípidos en su estructura y que posee una potente acción anticoagulante. También se ha postulado un posible origen infeccioso.

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